te damos gracias por Francisco de Laval,
primer obispo de tu Iglesia en Nueva Francia,
a quien nos encomendaste.
Por la intercesión de este gran testigo
de la Buena Nueva de tu Hijo Jesucristo,
por su fe y su caridad,
guíanos en el camino de la Nueva Evangelización.
Suscita nuevos pastores para nuestros tiempos.
Haz de nosotros unos hijos de la Palabra de Dios
para que llevemos la luz de tu Evangelio
a todo el mundo.
Amén
- Fuente:[1]